COLITIS: CAUSAS, EFECTOS Y
TRATAMIENTO
El síndrome de colon irritable o
colitis es un desorden bastante común. Dolor abdominal, diarrea,
constipación, gases, hinchazón abdominal son los síntomas que presenta en
quienes lo padecen; hasta el momento, en Estados Unidos el 15% de la población
tiene este problema. Si bien la colitis no daña el sistema digestivo, sus
signos físicos causan muchas molestias e interfieren con la rutina cotidiana.
Se trata de una condición
crónica; los pacientes pueden experimentar periodos de quietud sin síntomas y
otros lapsos de tiempo en los que el malestar se agrava.
Descubrir los síntomas con ayuda
del médico, bajar el estrés y mantener una dieta balanceada pueden ayudar a
convivir mucho mejor con el síndrome en el día a día. Los síntomas no empeoran
ni llevan a desarrollar enfermedades más serias, por lo que simplemente hay que
aprender a vivir con la anomalía.
El cuerpo médico desconoce la
causa exacta. Una de las teorías es que en ciertas personas, el intestino
realiza contracciones anormales que llevan a calambres, dolores y variaciones
en la rapidez de la digestión. Parece ser que otros pacientes han adquirido el
síndrome de colon irritable después de una infección severa; también, la
anomalía se relaciona con la intolerancia a determinados alimentos.
Aparentemente ciertas comidas
agravan los síntomas del malestar intestinal, como los productos lácteos, los
garbanzos, la coliflor, la col y el brócoli. Por otra parte, si bien cualquier
ser humano puede sufrir este problema es mucho más común en las mujeres y en
pacientes con antecedentes familiares.
A veces coexiste con el
estrés, la ansiedad o la depresión, así, es importante consultar con el
médico para especificar los problemas en cada paciente.
Por lo general, los síntomas
aparecen en la juventud; no es común que el síndrome de colon irritable se
desarrolle por primera vez en personas de más de 50 años de edad. No existe un
examen médico base para el síndrome: la primera sospecha parte de la descripción
de los síntomas.
Es verdad que la diarrea no va a
poner nuestra vida en riesgo, pero sí afecta enormemente nuestra rutina. Los
pacientes a menudo sienten ganas urgentes de ir al baño, y esto se complica
durante las horas del trabajo o un vuelo en avión. Por eso es importante
asegurarse de averiguar dónde están los sanitarios apenas se llega a un lugar
nuevo.
Muchas veces, los retortijones
aparecen en situaciones de estrés, como un examen, una reunión importante, una disertación
pública. Los nervios pueden disparar o empeorar los síntomas del síndrome, y
esta enfermedad acarrea todavía mayor estrés, sumiendo al paciente en un
círculo vicioso. Otros disparadores son los cambios hormonales, ciertos
medicamentos y algunas comidas.
No existe una lista universal de
alimentos ligados al síndrome de colon irritable. Sin embargo, puede ser de
ayuda evitar la cafeína, las comidas con mucha grasa y el alcohol; al mismo
tiempo, es útil consumir más yogur con probióticos (ya que las bacterias
benefician el crecimiento de flora intestinal sana), alimentos con fibra y
tomar más agua.
Si los cambios en la dieta no
contribuyen significativamente a aliviar el malestar, es necesario consultar
con un profesional para tomar medicamentos. Existen anti-diarreicos que
ralentizan el movimiento intestinal, aunque pueden provocar constipación. Los
antiespasmódicos funcionan bien para aliviar los retortijones.
Por otra parte, en algunos casos
los médicos prescriben antidepresivos para los problemas gastrointestinales; no
quiere decir que estés sufriendo depresión, pero estas sustancias envían
señales químicas al tracto digestivo para protegerlo contra el dolor y los
calambres.
También puedes optar por
alternativas naturales para reducir los síntomas, como el aceite de menta (es
más recomendable en cápsulas para que no provoque acidez estomacal) Incluso
puedes asistir a terapia para trabajar los pensamientos negativos y aliviar tu
estrés, dado que el nerviosismo y la ansiedad empeoran los signos de esta
afección. Incluso las técnicas de meditación y yoga pueden calmar la diarrea,
la constipación y el dolor.
En general, realizar actividad
física ayuda al proceso de la digestión, alivia el estrés y brinda una
sensación de bienestar que contribuirán sin dudas a mejorar el estilo de vida
de los pacientes con diarrea. Lo más aconsejable es optar por entrenamiento de
bajo impacto para no sacudir el tracto digestivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario